Amalia Theresina Ramírez Matamoros es una mujer de 38 años, licenciada en gerencia de negocios. El hecho de trabajar desde los 18 años le ha permitido adquirir nuevos conocimientos y experiencias que la han convertido en lo que es, una mujer luchadora, madre y esposa; con muchos sueños y metas por realizar. No le tema a los retos y con su amplia experiencia en el mundo del marketing. Actualmente, se desempeña en el área turística del Hotel Henry Morgan, ubicado en Roatán, Isla de la Bahía. Además, colabora en el área operativa y supervisa las tiendas del hotel, a la vez que realiza las compras y administra la tienda, por lo que su día a día incluye y una serie de actividades, y, por si fuera poco, también se dedica a su propio proyecto de organización de eventos. Pero no todo es trabajo, Amalia dedica parte de su tiempo a una serie de actividades que le permiten conectar con su interior y mantener un buen estado físico. El yoga y el spinning, dos de sus pasatiempos favoritos; el primero le encanta porque puede conectar consigo misma y la naturaleza y le permite relajarse. El segundo, en cambio, lo realiza para quemar calorías, pero sin dejar de comer,ya que no se considera una persona fit, simplemente lo realiza para mantener su estado físico y psicológico. Los concursos de belleza no pasan por alto en la vida de Amalia, puesto que es la directora de Señora Islas de la Bahía. Ella comenta que en el año 2015 que comenzó en el mundo de los certámenes de belleza, representando a la Señora Islas de la Bahía y en el 2016 ganó el Nacional Señora Honduras en San Pedro Sula y después participó en el internacional realizado en El Salvador. Durante toda su vida, ha tenido que
tomar decisiones, buenas y malas, pequeñas y grandes, pero que, sin importar su calificativo, han hecho un cambio. El comenzar a trabajar desde los 18 años es sin duda su orgullo más grande, ya que le permitió enfrentarse al mundo,
pero gracias a eso se convirtió en la persona que actualmente es, llena de ideas y con múltiples habilidades. Esto hizo que ella viera la vida de diferente manera, le dio una nueva perspectiva de lo que quería y la llevó a adquirir su
título universitario, a conocer a otras personas en el ámbito laboral, a relacionarse y a crear nuevas metas y expectativas para su vida. Las acciones siempre van acompañadas de aciertos y desaciertos, pese a ello Amalia no se
arrepiente de nada, ya que los pequeños errores los ha remediado levantándose, reflexionando y diciendo “bueno, debo tomar otra decisión o puedo hacer esto de otra manera”, y así es como ha llegado al cambio, por lo
que se siente en paz, porque nada le pesa de su pasado.Pese a ello, cuando las miradas recaen sobre su vida, ella se dedica a trabajar, a realizar sus objetivos y metas a corto y largo plazo; e intenta hacerle ver a la sociedad que está esforzándose por hacer las cosas bien, las cosas que le apasionan e intenta salir adelante. Los señalamientos y demás no son obstáculo para que ella aspire a cumplir sus sueños, por lo que actualmente está perfeccionando su inglés para poder mudarse al extranjero y poder seguir con sus estudios, en el grado de maestría. Su mayor defecto, pero que también es una virtud, es que es una persona muy confiada, razón por la que ha tenido que enfrentarse a una serie de decepciones, no solo sentimentales, sino también laborales. Amalia nunca está pensando en la maldad de las personas, porque siempre ve el lado amable, sin importar las veces que tenga que voltear y pensar las cosas, no está dispuesta a cambiar, ya que considera que es parte de su esencia. Entre sus virtudes figuran que es muy jovial, empática, agradecida, respetuosa y humilde, pues siempre recuerda de donde viene y hacia dónde va y mientras tenga sus metas, deseos y a Dios en su corazón podrá alcanzar todo lo que quiera. Sus sueños son incontables, pero el mayor es poder darle estabilidad y una familia a su hija; “creo que el mejor ejemplo para todas las generaciones es poder tener una familia estable, yo vengo de padres estables y pues emocionalmente me siento muy bien y eso es lo que quiero para mi hija, que ella pueda sentir una familia sana y que ella pueda sentir la confianza de desarrollarse en este mundo, para mí el mayor sueño es poder tener a mi familia por toda la vida y si se puede por toda la eternidad”.
EMPODERADA: Finalmente, a Amalia le gustaría ser recordada como una
mujer que luchó por sus sueños, que siempre salió adelante, sin importar las
circunstancias, además, como una mujer trabajadora, una mujer decidida, con
convicción, una mujer creativa y una mujer temerosa de Dios, que no fue
perfecta, pero que reconoció sus errores y los enmendó para ser mejor cada
día.